Conspiración poética

Se han escondido los poetas
los perros de la moderna noche
destruyeron sus barrios con olor a naftalina
en las ciudades

¿Se han ido a las montañas?
el campo, con su ritmo de cuadernavía
fue arrasado por los hombres de traje
con sólo un gesto

Quizás están escondidos
en el epicentro mismo de la maldad
contando billetes para otros
mientras recitan de memoria

Quizás están entre los hombres serios
haciendo gestos ridículos y dándoles
palabras que conduzcan a que dejen
de entender el mundo y se vayan

a otros planetas

¿Cuál es nuestro "benchmark", buen hombre?
¿Necesitamos "Empowerment"?
¿Es esta responsabilidad suficientemente social,
suficientemente empresarial?
¿Dónde está mi queso?
Sun Tzu para empresarios líderes emprendedores
Carl Schmitt para mercachifles de la rueda de la fortuna
Hitler en piquero a los océanos azules
he aquí "EL SECRETO"

Creo haber visto a Ezra Pound caminando con
Jorge Teillier por Isidora Goyenechea,
con Miguel Serrano en pleno mall

contestaban de a tres celulares cada uno

hacían sonar las alarmas de los hummer estacionados

se dirigían al corazón de la vulgaridad
con una estaca de flores

Lluvia y descanso

En Santiago Llueve
los acomodados de la ciudad se preguntan
por sus vacaciones
los pobres maldicen al cielo
en casas enfermas
los nobles de espíritu
los humildes de espíritu
observan el agua caer
desde casas de adobe en la neblina de la lluvia
los autos pasan a través de ellas
los peatones los atraviesan con sus miradas tristes
la inquisición de los siglos enciende hogueras para ellos
observan el agua caer
y saben que no es tiempo de salir
sino de reunirse junto al fuego
a escuchar el agua
mientras la tierra descansa

En Santiago llueve
y nadie de los vivos
sabe lo que eso significa
porque en las ciudades sin espíritu
ni la tierra ni los hombres descansan

Mala crianza

Hija de padres cansados
te imaginaste siempre como reina
y como reina te trataron

Te persignaste siempre en la mentira
aprendiste que los salmos del beaterío
eran más útiles que los de Cristo

Jugaste a ser diferente por creerte mejor
escupiste en el prójimo por creerte mejor
en su propio nombre le escupiste

Apretaste corazones hasta reventarlos
mataste de pena un par de suspiros
consagraste tu virginidad al poder

Eres totalmente de este mundo
del príncipe de este mundo
del reptar servil de este mundo

Me aparto de tu vestido blanco
que como la nieve adormece y mata
y me hundo en la poesía que no entiendes

En ella, camello, está el ojo de tu aguja

Al final

Al final si nos quedamos el tiempo suficiente
muchos se confesarán homosexuales
veremos que ese que siempre tomaba
era en verdad alcóholico
uno que otro se habrá suicidado
(lo que es morirse de pena)
habrá tantos enfermos
tantos padres de familia
tanto millonario triste
y tanto feliz, por supuesto
un par de frívolos asumidos
uno que se hizo cura
muchos trabajando sin descanso
con la foto de la familia en la oficina
la mayoría no habrá cumplido sus sueños
pero los habrá cambiado
y perseguirá otras metas
o dejarán la vida en entregarle el gusto de soñar
al menos un rato, como nosotros,
a los que vengan después

Al final aceptaremos simplemente
que esos datos revueltos
que nos parecieron pequeñeces
cuando la juventud nos mostraba
el futuro abierto

eran justamente

totalmente

lo que éramos

Presentes pasados

Déjeseme pintar esta memoria
diluyendo en ella el agua turbia
que recogí entre los saltos truncos
de esta vital caminata

Déjeseme volver a la Isla donde crecí
pensar que sin mí fue abandonada
que está esperando sin moverse
el regreso de mis juegos secretos

Déjeseme pensar en los aviones
como si se hubieran detenido
y mi verano familiar continuara
en otras playas de arena blanca

Déjeseme pensar que ella espera
en la casa que nos prometimos
en el verde monte que nos juramos
en el granizo oscuro del que reímos

Déjeseme pensar que mi vida no es
simplemente esto que vivo

Tía y sobrina

Las veo caminar entre sí apoyadas
conozco el contenido de sus canastos
sus miradas toscas y amorosas
su piel cansada de una vida cansada

Las veo caminar bordeando el camino
entre la lluvia del sur y su neblina de tiempo
chaleco, falda floreada, calcetines blancos
el pelo negro, negro, largo y tomado

Las veo irse de a poco de esta vida
a los cerros eternos, donde habitan los idos
hechas trizas por la ebriedad de la noche
atropelladas, juntas, juntas

Un hombre viejo, sombrero de ala angosta
chaqueta de traje, chaleco de lana
pantalones de cotelé, un hombre viejo
las llorará esta noche

Y la tierra les mostrará sus secretos