Con la respiración rota
miro el mar y espero
que esas aguas profundas
donde habitan las almas
de valientes marineros
te haya devuelto
como protesta airada
ante la vileza humana
¿Qué puedo decir de tí, Francisca,
si con cinco años eras apenas
un montoncito de sueños
y una mirada sonriente?
Tenías un pie todavía en el cielo
y de pronto fueron los dos
Aquí en la tierra
miro el mar y espero
que él, que está frente a nosotros,
reuna todas las algas,
todas las piedras,
todas las bestias,
todos los tesoros,
y los espíritus duros
que lo habitan
y jure en coro
venganza
jueves, 6 de agosto de 2009
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