Dios
Dame la mirada cordillerana
el silencio poderoso del río
la elegancia pulcra del glaciar
Convierte mi cuerpo
en la geografía de la tierra
donde mis ancestros
clavaron azadón y espada
Haz que mi voz se enrede
en las guirnaldas del pasado
en las cuecas entonadas
en los suelos zapateados
Y dame la gracia de morir
sabiéndome entre mar y montaña
lunes, 3 de noviembre de 2008
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2 comentarios:
a mi damela también.
me quedé un rato pensando en el titulo de tu blog, no hay algo de Francis Ponges no sé si lo conoces ojala que si!
wena la caida si!
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