Arena de reloj

¿Soy lo suficientemente consciente
de que al fijar mi mirada
por los balcones tranquilos
de mi casa este verano
observo un mundo
que se va?

¿Sé acaso que la belleza
de ella que pasa
será una fotografía
en las manos temblorosas
de una anciana tierna?

¿Sé que mi orgullosa y moderna
máquina de escribir
será un cacharro añoso
objeto de las jóvenes
burlas?

¿Cuántos de mis libros serán
títulos obsoletos
dedicados problemas
dejados de lado?

El reloj, el escritorio, la radio

Y yo mismo, un anciano pensando

en cuando escribí estas líneas

Criollo

Americano sol de España negado
Señor de ninguno y todos lados
Hebra suelta de nuestro destino

Dime dónde rompiste la historia
para labrar con tus dedos
el fin del mundo

Muéstrame la cruz
en medio de la espada
con zurcos de tierra

Regálame el retrato de fuego
que colgó la india orgullosa
en tu frente de araucaria

Devuélveme el sonido exacto
de la primera cosecha
en este valle de lágrimas

Chile

Dios

Dame la mirada cordillerana
el silencio poderoso del río
la elegancia pulcra del glaciar

Convierte mi cuerpo
en la geografía de la tierra
donde mis ancestros
clavaron azadón y espada

Haz que mi voz se enrede
en las guirnaldas del pasado
en las cuecas entonadas
en los suelos zapateados

Y dame la gracia de morir
sabiéndome entre mar y montaña