miércoles, 5 de diciembre de 2007

Manto


Yo no sé pero me imagino
la mañana alcanzando su éxtasis rendida
en los brazos de la tarde

el revuelo de polvo y gallinas
de callejón de campo
en un pueblo congelado
en el mandato de nuestros abuelos

plaza de espaldas
rodeada de sordos adoquines
galopados por héroes de verdad
cuando la patria recién nacía

un tañido primero y otro
bronce forjado en las sonrisas
de harapientos sacristanes

cúpulas que vencieron terremotos
elevando la cruz de Cristo
hasta enterrarla en la vergüenza
humana

polvo y gallinas expectantes
a los mensajes del viento
que cubre con su silbido
el más recóndito abismo

y las manos cruzadas
los anillos transbordados
y las rodillas erguidas luego
de la última genuflexión

trajes que se unieron
antes de nosotros
en sagrado sacramento

nuestro caballo en su lugar

y llevarte cubierta
con el manto de castilla
que la noche de los siglos
bordó con hilos vascongados
hasta el final mismo,
donde la sangre palpita
sin necesidad de corazón

1 comentario:

Oscar Ramirez dijo...

donde la sangre palpita
sin necesidad de corazón"

bakán el final...

bye