la mañana alcanzando su éxtasis rendida
en los brazos de la tarde
de callejón de campo
en un pueblo congelado
en el mandato de nuestros abuelos
rodeada de sordos adoquines
galopados por héroes de verdad
cuando la patria recién nacía
bronce forjado en las sonrisas
de harapientos sacristanes
elevando la cruz de Cristo
hasta enterrarla en la vergüenza
humana
a los mensajes del viento
que cubre con su silbido
el más recóndito abismo
los anillos transbordados
y las rodillas erguidas luego
de la última genuflexión
antes de nosotros
en sagrado sacramento
con el manto de castilla
que la noche de los siglos
bordó con hilos vascongados
hasta el final mismo,
donde la sangre palpita
sin necesidad de corazón
1 comentario:
donde la sangre palpita
sin necesidad de corazón"
bakán el final...
bye
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