martes, 29 de abril de 2008

No eras

No eras tú

Tu pelo sí era

El pinche que unía las hebras doradas

También era


Tu chaqueta sí era

Mullido algodón acariciando

El cuello que perdí


Tu estatura era

Menuda altivez de

Gigantes


Pero no eras tú


Con el corazón acelerado

Hice remolinos entre la gente

Para verte y no verte


Para verte

Sin querer

Verte


Y no eras


Una pobre niña


Recibió con cara de extrañeza


Mi triste y anhelante visión